En la Conferencia del pasado 14 de abril organizada por la Fundación Mobilitat Sostenible i Segura, FMSS, con el apoyo del IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, del Ministerio de Industria) y de la Comisión Europea a través del programa Intelligent Energy, Steer, se habló de los retos del car sharing y cómo esta modalidad de transporte personal se integra perfectamente con el transporte público siendo una tendencia social en auge el Europa y EEUU.
“Es curioso cómo planteando una actividad basada en el coche, como es el carsharing, uno puede llegar a la conclusión de que en realidad, lo que favorece es la movilidad sostenible” Pau Noy, representante de la FMSS
“De momento, el carsharing no aparece todavía en la agenda política del Gobierno español. Somos una excepción en Europa y gobiernos como el suizo, alemán o italiano apoyan esta iniciativa de una forma clara o clarísima, porque en aquellos países han entendido que el carsharing ahorra energía, incrementa el uso del transporte público, ahorra aparcamiento y contribuye al desarrollo sostenible de las comunidades locales, generando además un empleo abundante, estable y que no puede ser deslocalizado”, añade Pau Noy.
La Conferencia reunió a más de 150 personas entre representantes de administraciones públicas y empresas quiénes escucharon de primera mano de expertos de Alemania y Suiza, donde el car sharing está implantado desde más de 20 años, argumentos más que válidos de ahorro económico directo para el usuario y ahorro de C02 para las ciudades
Martin Röhrleef, director para Baja Sajonia y Bremen de la Federación Alemana de Empresas de Transporte Público (VDV) se encargó de acentuar la total integración entre el transporte público y el car sharing:
“El carsharing es la forma más inteligente de resolver el problema del aparcamiento en las ciudades porque implica un menor uso de coches para la movilidad de las personas en una relación de 1 vehículo de carsharing frente a 9 vehículos privados”.
“Una vez que tenemos clara la necesaria relación entre carsharing y transporte público, debemos dar un paso más en la cooperación y hablar de integración entre ambos sistemas. No significa que el transporte público deba encargarse de operar el carsharing, sino que haya una estrecha colaboración entre ambos para que se puedan utilizar a través de un sistema de emisión de billetes único, por el que el usuario no necesite más que un billete para acceder a los servicios de transporte público y de carsharing”, añade Martin Röhrleef
Juan Luis Pla, jefe de Transporte del Idae, dió datos muy interesantes del ahorro energético que el car sharing conlleva:
“El carsharing es una alternativa a la movilidad basada en un menor consumo energético”.
“Se estima que alrededor de 20.000 vehículos en el mundo ya operan con el sistema de carsharing, con casi 500.000 usuarios”.
“La eficiencia energética en el carsharing viene dada por tres motivos:
- La mejora tecnológica (flotas nuevas)
- Se produce un menor uso del vehículo privativo (una reducción estimada entre el 45% y el 67%)
- Reduce la cantidad de vehículos que se compran (fabricar un vehículo supone en energía entre 3.800 y 4.100 litros de combustible, que si se asocia a un consumo medio entre 6/7 litros cada 100 km, implica entre 55.000 y 64.000 kilómetros de energía del propio vehículo en su uso)”
La Conferencia fue un éxito y la conclusión más importante fue el enorme potencial que el car sharing tiene en España como generador de negocio y de empleo. Ahora es tarea del Gobierno incluir car sharing en su agenda política como ocurre en Alemania, Suiza o Italia donde desde sus administraciones se apoya al car sharing de una forma rotunda por su clara contribución al desarrollo sostenible de sus comunidades locales, al ahorro energético y al incremento del transporte público.