No es noticia para nadie el impacto social de la crisis que está sufriendo España. Las organizaciones benéficas no dan a basto y cada vez acuden a ellas más personas en busca de algo para comer. Por eso, nos parecía interesante escribir una entrada en el blog de hoy a cerca del alto porcentaje de comida que los españoles desperdiciamos.
Hay muchas personas que aprovechan al máximo los alimentos aunque hayan superado la fecha de caducidad, pero lo cierto es que las bolsas de basura se llenan con demasiada comida directamente desde la nevera.
HISPACOOP , la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios, ha realizado una encuesta recienteque publica la revista Consumer y que muestran unos datos realmente sorprendentes y que confirman que vivimos en una sociedad de usar y tirar.
Producción, almacenamiento, transformación, distribución… los alimentos se desperdician en toda la cadena. En Europa tiramos entre el 20%y 40% de las frutas y verduras que se producen antes de llegar a las tiendas y cada ciudadano se deshace al año de entre 95 y 110 kilos de comida apta para consumo. De ahí que el 45% del despilfarro de commida proviene de los hogares, como se desprende de la encuesta.
Lo sorprendente es que los consumidores no somos conscientes de este alto porcentaje, de hecho creemos desperdiciar menos alimentos de los que en realidad tiramos. Solo un 9% reconoce que suele tirarlos. Tiramos comida que nos sobra en el plato, fruta o verdura que se ha deteriorado (no nos gusta su aspecto) o productos caducados (en realidad todavía en perfectas condiciones para varios días más).
Tiramos incluso aquello que sirve para abono, alimentación de animales, etc.
Y el impacto medio ambiental es muy alto. Malgastando comida, malgastamos la nergía que se utiliza para producir esos alimentos. Y el 20% de los gases de efecto invernadero proviene de la producción y transporte de alimentos.
La basura provoca residuos que cambia las condiciones del suelo gererando metano (un gas 25 veces más fuerte que el dióxido de carbono en atrapar el calor en la atmósfera).
¿Podemos cambiar nuestros hábitos de despilfarro?
Solo con planificar un poco la lista de la compra, comprar cosas que no caduquen inmediatamente, tener orden en la nevera, usar residuos para compost (si tenemos jardín o plantas) y aprender a congelar son cosas fáciles que nos ayudarán a reducir el volumen de desperdicio.
Desde Respiro Car Sharing os proponemos un ejemplo para no tirar plátanos feos a la basura: cuando empiecen a ponerse un poco feos, córtalos en trozos y congélalos en bolsas de congelación.. y cuando te apetezca.. ¡prepárate un smoothie de plátano o de cualquier otra fruta!
Cuida el medio ambiente, consume responsablemente, desde tus comidas hasta tu manera de moverte con Respiro Car Sharing.